No se me va de la cabeza... ni su voz, ni su sonrisa, ni sus niños, ni Silvia, ni el café que teníamos pendiente los cinco cuando yo me instalará en Zamora.
La vida es injusta muchas veces, ésta es una de ellas.
Lo siento mucho, y deseo con todas mis fuerzas que Silvia y los niños saquen las fuerzas suficientes para seguir adelantes en este obstáculo del camino... él los ayudará, de eso estoy segura.
No encuentro muchas más palabras, Cesi lo ha descrito a la perfección: http://superbaz.blogspot.com/
Solo unirme al dolor, y decir lo orgullosa que me siento de estar tan cerca de este colectivo de profesionales.
2 comentarios:
No se que poner ya...
QUe han sido unos días muy duros. Y que tardaremos en olvidarlo.
Puente era Lome.
Un beso.
Abrazo, Perich.
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