El días de Reyes siempre marca un antes y un después.
"Por fin" o "ya", según lo mires, se terminan las fiestas, las comilonas, la vagueria... y comienza la rutina.
Pero la rutina vuelve con pequeños cambios, y esos cambios vienen marcados por los nuevos regalitos.
Y los regalos que nos dejan "los tíos los camellos" están en función de lo bien que nos hayamos portado durante el pasado año.
Yo me he debido de portar muy bien, o eso parece...
Mi día después, cuando sonó el despertador con mi musiquita del iPod... que paz... que maravilla!!
Me di una ducha, y al salir me sequé con mi albornoz supersuave... y superbien!
Me puse mi vestidodevolantes con mis botines (para no ir descalza), mis pulseras de cilindros de moto, mi anillo de piedra (presiosa), mis Katiuskas supermolonas, y la americana más bonita del mercado... me hice un moño (coño!), y me fui a comer pulpo con unas rebanaditas de pan, como tantas veces me había imaginado...
Y de postre, gominolones gigantes, por si me quedaba con ganas de más!
Y vuestro día después, como fue?
3 comentarios:
El día después? Pues sin pena ni gloria..pero nunca peor!
El día después? Pues sin pena ni gloria..pero nunca peor!
Yo me levanté y fuí al baño como todos los días...
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